miércoles, 9 de junio de 2010

lA vIdA eS lOcA

lA dInÁmIcA De LaS mArAs

La presente entrega consiste en un análisis del fenómeno de maras y pandillas en Centroamérica.  Se basa en el documento titulado "Maras y Pandillas, comunidad y policía en Centroamérica: Hallazgos de un estudio integral." realizado por Demoscopía S.A. y del documental realizado en El Salvador con la mara 18, titulado "La Vida Loca" del periodista Christian Poveda.

Las maras son un fenómeno social originado en Estados Unidos, por grupos de pandillas conformados por inmigrantes centroamericanos, principalmente salvadoreños.  A raíz de las políticas de inmigración organizadas por USA en los años 80, los pandilleros deportados deciden crear nuevas agrupaciones en Centroamérica, en conjunto con las dinámicas de pobreza, inseguridad y violencia ya pre existentes en estos países.

Los diferentes países centroamericanos han reconocido la importancia de este fenómeno, ya que afecta a la sociedad en las estructuras de la familia, la seguridad ciudadana, el tráfico de estupefacientes y la política en general.

Las pandillas complementan o sustituyen el afecto que se brinda en el seno del hogar y de la familia.  La mayoría de los integrantes de las maras, consideran a la institución como proveedor de afecto, reconocimiento, amor y responsabilidad.  La carencia de estos elementos en su vida cotidiana, hace atractiva su afiliación hacia un grupo donde los integrantes son admirados, dado los privilegios percibidos en los barrios en donde operan las "clicas" (células de agrupaciones mareras en los barrios).  En el documental de Poveda, se puede observar las declaraciones de los integrantes, donde se manifiesta que "los dieciocheros" son personas "de palabra" y se manifiesta la cohesión y defensa de sus integrantes hasta la muerte, además de expresiones de afecto y respeto.

En cuanto a su jerarquía, la información recabada por los estudios formales concluye una estructura primordialmente horizontal en los niveles de organización local (las clicas), y en la organización regional (las jengas).  Sin embargo, no hay un consenso en cuanto a si las maras tienen "capos" centrales que coordinan las actividades a nivel nacional o internacional, ya que los informantes no saben o no quieren revelarlo. Las declaraciones de las autoridades afirman la existencia de una organización sumamente estructurada, sin embargo no existen (aún) datos o pruebas que confirmen estas aseveraciones.  Lo que sí es seguro, es que las maras tienen una estructura dinámica que cambia según el entorno que las rodea.  Caso especial de mención son las políticas de "mano dura" que presionaron a las maras a reorganizarse y asumir papeles más violentos, además de desarrollar estrategias más complejas de protección de sus territorios, comisión de hechos delictivos y ataque a las fuerzas enemigas (otras maras y la policía).  Además, las pandillas poseen un patrón más vertical en su estructura dentro de las cárceles, dado los factores de presión que existen en ese entorno.  Afuera, los miembros declaran que las decisiones las toman por consenso, sin órdenes explícitas en relaciones de jerarquía. Dentro de las cárceles suele suceder lo contrario, ya que existen miembros que dan órdenes y otros que obedecen, según una jerarquía establecida.

Cada "clica" se encarga de "administrar" y dominar un territorio, en el que realizan todas sus actividades sociales.  Dada la importancia del territorio, las clicas los defienden con sus vidas.  Por este motivo, en un mismo barrio no pueden existir varias organizaciones al mismo tiempo.

La normativa interna se rige por un código de lealtad hacia la mara y los integrantes.  Las peores infracciones son la traición y la deserción, las cuales regularmente se pagan con la muerte.  Existen otras infracciones, tales como el consumo controlado de drogas según eventos y lugares, o cometer hechos delictivos según consenso.  Para estas faltas que no son tan graves, regularmente se aplican medidas disciplinarias que van desde la reprensión verbal, hasta castigos corporales que incluyen palizas colectivas.

¿y LaS mUjErEs?

La participación femenina dentro de las maras genera dinámicas que corresponden en gran parte a la vida privada interna.  Sin embargo, también hay mujeres que se dedican al cobro de extorsiones y a cometer hechos delictivos, pero en menor escala que los cometidos por varones.  En el estudio de Demoscopía, los informantes relatan que las mujeres aunque son miembros de las bandas, están supeditadas a las decisiones de los varones, en un sistema que reproduce y agudiza el comportamiento machista de la sociedad circundante, colocando a las mujeres en papeles relacionados a oficios domésticos, satisfacción sexual y acompañantes sentimentales de los hombres.  El papel reproductivo se ve como un elemento de debilidad u obstáculo para cumplir con "misiones" o "trabajos" que pueden realizar de mejor manera los hombres.  También es interesante ver las declaraciones que afirman que el liderazgo femenino explícito ha sido eliminado intencionalmente de las maras, a través del asesinato progresivo de las lideresas, debido a su ineficacia a los propósitos del grupo.

pAlAbRaS fInAlEs

Según lo expuesto en el documento y en el documental, las maras no son entes estáticos o que funcionen de una única manera.  Por lo tanto las soluciones para su combate deberían ser sistémicas, tomando en cuenta que para que este fenómeno desaparezca va a ser necesario décadas de tiempo y esfuerzos conjuntos desde el sistema de justicia, sistemas penales, prevención a niños y jóvenes vulnerables, atención a necesidades sociales, económicas y sobre todo las necesidades afectivas de la población en general.

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